La
heroica ciudad dormía la siesta. ¿Qué ciudad? Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo. Vetusta,
ciudad mítica en la literatura española, hogar de Ana Ozores, Fermín de Pas y
Álvaro Mesía. Sin duda, no resulta indiferente a nadie. En el corazón de la
ciudad vetustense se cuece la historia de La
Regenta. Pero podría decir más: es un elemento que juega un importante
papel en el desarrollo de los acontecimientos. En Vetusta se habla de Ana
Ozores, la Regenta no deja indiferente a nadie. Fermín de Pas desea
fervientemente el dominio de la ciudad, al igual que su rival, Álvaro Mesía. Para
explicar esta ambición de poder social es necesario hacer mención al contexto
sociopolítico en el que se ambienta la historia.
Clarín
describe con maestría cómo era una ciudad de provincias en la época de la
Restauración−periodo en el que ocurren los hechos, del que mucho se ha escrito.
Para el curioso lector, aconsejo la lectura del siguiente enlace: http://www.historiasiglo20.org/HE/11a-1.htm−,
un halo de crítica se cierne sobre la descripción de sus habitantes: la aristocracia decadente, el clero
corrupto, las damas hipócritas, los partidos políticos (Cf. http://es.wikipedia.org/wiki/La_Regenta).
En este ambiente de hipocresía social, se mueven nuestros personajes.
Según Émilie Zola, quien expuso las
bases de la novela naturalista o experimental, uno de los objetivos de dicho
movimiento es el estudio del temperamento y las modificaciones profundas del
organismo bajo la presión del medio
y las circunstancias. Presión social es la que recibe Ana Ozores. En la
evolución de este personaje se observa con claridad cómo poco a poco la fuerza
de la ciudad vetustense va marcando su comportamiento y acciones. Al final de
la novela, Ana se queda sola y es despreciada
por todos, Álvaro Mesía se ve obligado a marcharse a Madrid: se produce el
triunfo de la ciudad sobre los inadaptados al medio. El Magistral de Vetusta
tampoco queda indiferente a las garras vetustenses. De Pas, sufre a lo largo de
la novela una contienda en la que está en juego su poder sobre la ciudad. Sus
ambiciones ven resultado al término de la historia: el Magistral se reafirma
como mandatorio espiritual de la localidad de provincias.
A partir de esta concepción naturalista,
podríamos considerar que la ciudad de Vetusta es el factor desencadenante del
destino de sus personajes, es, en definitiva, el «personaje» vencedor al final de la
historia y con ella, sus gentes.
«Las
especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más
inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio». El origen de las especies, Charles
Darwin.
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