viernes, 20 de junio de 2014

Vetusta: de ciudad a personaje

La heroica ciudad dormía la siesta. ¿Qué ciudad? Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo. Vetusta, ciudad mítica en la literatura española, hogar de Ana Ozores, Fermín de Pas y Álvaro Mesía. Sin duda, no resulta indiferente a nadie. En el corazón de la ciudad vetustense se cuece la historia de La Regenta. Pero podría decir más: es un elemento que juega un importante papel en el desarrollo de los acontecimientos. En Vetusta se habla de Ana Ozores, la Regenta no deja indiferente a nadie. Fermín de Pas desea fervientemente el dominio de la ciudad, al igual que su rival, Álvaro Mesía. Para explicar esta ambición de poder social es necesario hacer mención al contexto sociopolítico en el que se ambienta la historia.


 Clarín describe con maestría cómo era una ciudad de provincias en la época de la Restauración−periodo en el que ocurren los hechos, del que mucho se ha escrito. Para el curioso lector, aconsejo la lectura del siguiente enlace: http://www.historiasiglo20.org/HE/11a-1.htm−, un halo de crítica se cierne sobre la descripción de sus habitantes: la aristocracia decadente, el clero corrupto, las damas hipócritas, los partidos políticos (Cf. http://es.wikipedia.org/wiki/La_Regenta). En este ambiente de hipocresía social, se mueven nuestros personajes.

Según Émilie Zola, quien expuso las bases de la novela naturalista o experimental, uno de los objetivos de dicho movimiento es el estudio del temperamento y las modificaciones profundas del organismo bajo la presión del medio y las circunstancias. Presión social es la que recibe Ana Ozores. En la evolución de este personaje se observa con claridad cómo poco a poco la fuerza de la ciudad vetustense va marcando su comportamiento y acciones. Al final de la novela, Ana se queda sola y  es despreciada por todos, Álvaro Mesía se ve obligado a marcharse a Madrid: se produce el triunfo de la ciudad sobre los inadaptados al medio. El Magistral de Vetusta tampoco queda indiferente a las garras vetustenses. De Pas, sufre a lo largo de la novela una contienda en la que está en juego su poder sobre la ciudad. Sus ambiciones ven resultado al término de la historia: el Magistral se reafirma como mandatorio espiritual de la localidad de provincias.

A partir de esta concepción naturalista, podríamos considerar que la ciudad de Vetusta es el factor desencadenante del destino de sus personajes, es, en definitiva,  el «personaje» vencedor al final de la historia y con ella, sus gentes.


«Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio». El origen de las especies, Charles Darwin. 

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